jueves, 23 de octubre de 2025

3I/ATLAS es un cometa o nave espacial oculta

Se han viralizado varias veces en medios y foros japoneses y en la prensa internacional imagenes que llaman la atención supuestamente de la agencia espacial japonesa JAXA. 
Lo que muestran generalmente es el núcleo del cometa 3I/ATLAS con su coma alargada y brillante, que se extiende formando una especie de “cola difusa” hacia el espacio. Esa forma alargada y luminosa ha generado comparaciones con ‘Oumuamua, aunque hay una diferencia clave:

  • ‘Oumuamua tenía una forma muy alargada y sólida, parecida a un cigarro o un huso, y no mostraba coma ni actividad cometaria visible.

  • 3I/ATLAS, en cambio, es un cometa activo, por lo que la luminosidad que se ve en las fotos no es solo del núcleo, sino de gas y polvo liberados por la sublimación del hielo. Esa nube de partículas hace que se vea mucho más brillante y “difusa” que ‘Oumuamua.

Por eso, aunque la imagen japonesa lo muestre como un objeto alargado y brillante, la apariencia no significa que sea sólido ni tenga la misma forma física que ‘Oumuamua: es un efecto visual de la coma y la interacción con la luz solar.


De ahi surge una hipótesis muy curiosa pero no imposible de explorar científicamente: la posibilidad de que 3I/ATLAS (el tercer objeto interestelar detectado pasando por el Sistema Solar, después de ʻOumuamua y Borisov) no sea solo un cometa, sino una nave o artefacto artificial.

¿Por qué se ha planteado antes una idea similar?

Cuando se descubrió 1I/ʻOumuamua (2017), muchos científicos notaron cosas raras:

  • No tenía coma visible (no parecía un cometa).

  • Aceleró ligeramente al alejarse del Sol sin explicación clara.

  • Tenía una forma extremadamente alargada o aplanada, según las reflexiones de luz.

Eso llevó a Avi Loeb (Harvard) a proponer que ʻOumuamua podría ser una sonda interestelar artificial —quizás una vela solar enviada por otra civilización.

En cambio, 3I/ATLAS sí muestra rasgos de un cometa

Según las observaciones del Hubble, Gemini Sur, y el Vera Rubin, 3I/ATLAS:

  • Tiene coma y cola visibles, o sea, está expulsando gas y polvo.

  • Contiene agua y posiblemente CO₂ y CO.

  • Su espectro (color) coincide con materiales naturales de cometas del Sistema Solar.

  • Su comportamiento de brillo aumenta de forma coherente con el calentamiento solar.

Todo esto apunta fuertemente a un origen natural, no tecnológico.

Pero… ¿podría aún ser una nave?

Teóricamente, sí podría, si imaginamos que:

  • Una civilización avanzada disfraza una nave o sonda con una capa cometaria (para camuflarla).

  • La actividad visible es artificial (p. ej. propulsión de gas o sublimación controlada).

  • Su trayectoria hiperbólica no es casual, sino una ruta programada.

Sin embargo, no hay ninguna señal electromagnética, radar ni firma de energía detectada que sugiera tecnología.
Y su movimiento encaja exactamente con la física orbital esperada para un cuerpo natural expulsado de otro sistema estelar.

Si lo piensas, muchos de los detalles de su entrada al Sistema Solar parecen sacados de una historia de ciencia ficción:

  • Su velocidad: ~68 km/s, casi 250 000 km/h, más rápido que cualquier sonda humana.

  • Su trayectoria: hiperbólica, lo que significa que viene de fuera del Sistema Solar y no volverá.

  • Su brillo y comportamiento: cambiante, con una coma activa y un color rojizo extraño.

  • Su origen: posiblemente del disco grueso galáctico, es decir, una región muy antigua y poco común de la Vía Láctea.

  • Su edad estimada: entre 7 000 y 14 000 millones de años, potencialmente más viejo que el propio Sol.

Por todo eso, más de un astrónomo y muchos aficionados han bromeado con la idea de que podría ser una “nave interestelar antigua”, o incluso una sonda de origen desconocido (un eco de las teorías sobre 1I/ʻOumuamua).

Aun así, desde una perspectiva de ficción o hipótesis futurista, 3I/ATLAS sería el candidato perfecto para imaginar una nave interestelar camuflada: llega del espacio profundo, es brillante, cambia de forma, y se aproxima a Marte y Venus sin acercarse demasiado a la Tierra.

Forma y tamaño

  • 1I/ʻOumuamua (2017):

    • Tenía una forma muy alargada, casi cilíndrica o tipo cigarro, con una relación de ejes estimada entre 6:1 y 10:1.

    • Su tamaño era pequeño: aproximadamente 200 a 400 metros de longitud.

    • Carecía de coma visible, lo que llevó a algunos astrónomos a considerarlo más asteroide que cometa, aunque mostró un leve empuje no gravitacional que sugiere desgasificación.

  • 3I/ATLAS (2025):

    • Su núcleo es mucho más grande que ʻOumuamua, con un diámetro estimado entre 0.32 y 5.6 km (probablemente menos de 1 km).

    • A diferencia de ʻOumuamua, 3I/ATLAS tiene coma y cola, por lo que es claramente un cometa activo.

    • No hay indicios de que tenga una forma extremadamente alargada; los datos del Hubble sugieren que su núcleo es probablemente más esférico o ligeramente irregular, como muchos cometas del Sistema Solar.

    • Su núcleo está parcialmente oscurecido por la coma, lo que hace difícil determinar su forma exacta.

Comparación conceptual

  • ʻOumuamua: alargado, probablemente rígido, sin coma visible, más asteroide que cometa, forma extrema y curiosa.

  • 3I/ATLAS: relativamente esférico o irregular, núcleo activo con coma y cola, claramente un cometa, sin elongación extrema.

El cometa interestelar 3I/ATLAS alcanzará su perihelio —el punto más cercano al Sol— el 29 de octubre de 2025. En ese momento, estará a aproximadamente 1.356 millones de kilómetros del Sol, es decir, dentro de la órbita de Marte 

Sin embargo, debido a que el cometa estará en conjunción solar —es decir, directamente alineado con el Sol desde la perspectiva de la Tierra— entre el 21 y el 29 de octubre, no será visible desde la Tierra durante ese período 

Después de su paso por el perihelio, 3I/ATLAS se alejará del Sol y se hará visible nuevamente en el cielo del hemisferio norte a partir de principios de noviembre de 2025, en las primeras horas de la mañana 

Por lo tanto no representa una amenaza para la Tierra.